Ultimamente estoy de lo más vago, además hay monjas de clausura con más vida social que yo, así que no cocino mucho, y cuando lo hago tiro por lo fácil, y el formato "bombón" es de lo más agradecido. Solo necesitas unos moldes semiesféricos y un poco de imaginación, el molde, como el papel, lo aguanta todo (ayer vi una receta de muffins rellenos de chorizo y melocotón en almibar que deben ser el resultado de una mala resaca o una apuesta). En fin, que me lío, allá va la receta. Más sencilla imposible
INGREDIENTES
1 mango en su punto (que mira que es dificil)
Queso de cabra (del bueno, nada de esa porquería industrial de President)
Micuit
Cortar el mango en láminas finas, de ahí la importancia de que esté en su punto: demasiado verde las láminas no son flexibles, demasiado blando y se deshace.
Una vez cortado, forrar los moldes semiesféricos.
Aplastar el queso de cabra con un tenedor hasta formar una pasta. Si es muy fuerte, rebajar de sabor con un poquito de nata líquida.
Rellenar hasta la mitad el molde
Repetir la operación con el micuit (excepto lo de rebajarlo con nata, que es una "guarranada")
Una vez relleno, tapar con otra pequeña lámina de mango
Meter en el congelador para que sea más fácil desmoldarlos
Descongelar un par de horitas antes de servir, que sino no hay quien le hinque el diente
buenisimo
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