Este es uno de esos platos de "fondo de nevera" de esos que te sacan de un apuro cuando de repente se presenta gente en tu casa y te pilla en chandal y con el pelo agarrado con un pinza como una gitana. En el tiempo que tardas en restaurar la fachada y volver a parecer un ser humano, puedes preparar este plato que lo mismo sirve como entrante, que merienda cena. Y todo con productos de lata, si es que no se puede ser más apañada.
INGREDIENTES
1 masa de hojaldre
1 bote de habitas baby en aceite de oliva (las de Mercadona están espectaculares)
jamón cortado en lonchas
1 bote de espárragos blancos (no hace falta que sean de Navarra)
1 caja de tomatitos cherry
endivias (si tienes, esto es menos habitual tenerlo en la nevera)
1. Pela y escalda los tomates cherry, extiéndelos en la bandeja del horno con aceite de oliva, sal, pimienta y algún hierbajo que tengas por casa (romero, tomillo...). Hornea 5 minutos a 200 grados. Reserva en su propio aceite. Vale, existe la versión express para cuando realmente te han pillado in fraganti... tomates secos: hidrátalos 20 minutos en agua y luego pícalos y hornea a 150 con lo mismo que si fueran frescos. No queda igual, pero que quieres si te han pillado... es lo que hay.
2. Extiende el hojaldre en un silpat y cúbrelo con papel de hornear. Pon un peso encima, no interesa que suba, sino dejaría de ser una coca para convertirse en un milhojas. Hornéalo hasta que esté dorado.
3. Escurre el aceite de las habitas y extiéndelas sobre la masa, coloca con cierta gracia las lonchas de jamón, que no parezca que se te han caído de un quinto piso, los espárragos, los tomates. Que te quede así como armónico, un poquito de feng shui culinario. Dale un golpe de horno de 1 minuto a 190º .
4. El toque maestro viene con las hojas de endivia (si las tienes) o albahaca o incluyo hierbabuena, algo que le dé un toque fresco.
Tachaan ya tienes una merienda super pintona. Visitas sorpresa a mi... ¡ja!
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