Las migas son, en origen un plato de pobres, hasta que los Paradores decidieron incluirlas en su buffet de desayunos para regocijo de mi amiga Estibaliz, que se mete un plato entre pecho y espalda cada vez que vamos.
La tradición manda que se coman con uvas, aunque yo las he probado con chocolate (panceta con chocolate, para que luego digan que yo hago cosas raras). Faltaba que le diéramos una vuelta.
Hay veces que los platos admiten pocas mejoras y este es uno de ellos. La receta de las migas no la voy a dar aquí, como con el gazpacho, cada uno tiene su receta infalibles. Mi versión lleva, además una tierra de panceta iberica. Picamos la panceta y la doramos en la sarten, la trituramos bien y secamos en el horno durante una hora a 80 grados.
Por oteo lado hacemos unas nueces garrapiñadas y las mezclamos con las migas. Para darle más contraste he usado chorizo picante al hacer las migas.
Por último, el toque suave lo da el caviar de uvas. (Ver receta de caviar con los polvitos de mi marido en múltiples recetas del blog).
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